Afuera, la noche oscura engullía cualquier luz que osase atravesar las ventanas del tren. Dentro, Damián estaba solo en el vagón desde que una mujer, la última pasajera, se había bajado un par de paradas antes. La había visto llorar y escribir en un cuaderno, reflejada en el cristal negro y pulido de su ventanilla… Seguir leyendo La última estación