La luz entraba en la habitación por las rendijas de la persiana, transversalmente, e iluminaba poco a poco la estancia. Ya era tarde, cerca de las nueve y el sol comenzaba a pasar por encima de los edificios cercanos y a invadir, como cada mañana, la habitación. Herminia que estaba despierta desde hacía rato, sólo… Seguir leyendo Se acabó para tí