Era el amanecer de un recién nacido verano, exactamente el 24 de junio. A lo lejos las montañas formaban dibujos en el aire y el valle, cubierto aún de penumbra, se hacía de rogar antes de mostrar su verdor natural. El día se desperezaba lentamente y el silencio sólo era interrumpido por el canto de… Seguir leyendo Mitología asturiana y el poder de un libro